En el sabor de los productos de Marcial Guijuelo se envuelve la tradición, la esencia, el carácter y la sabiduría propia de un buen hacer que echa la vista atrás más allá de lo que dura un siglo. Si se presenta con buen gusto y en unas condiciones que preservan esta calidad, se hace real como el mejor regalo de empresa. Una sabrosa manera de abrir puertas de tender puentes, que redundarán positivamente en nuestra empresa.
El buen gusto se apunta en las buenas decisiones y se afirma en los pequeños detalles. Una elección conveniente, una selección apropiada y una presentación adecuada dan forma y dotan de categoría a un regalo, convierten en especial a la persona que lo recibe. Esto último es, al fin y al cabo, de lo que se trata: el objetivo de cualquier regalo no se halla en el regalo en sí sino la persona que lo recibe.
Los productos del ibérico que ofrece Marcial Guijuelo son de primera calidad, para cerrar el círculo virtuoso, para convertirlos en un regalo óptimo, les hemos dotado de una presentación original y esmerada que cumple con el doble propósito de agradar a la vista y de mantener el contenido en unas condiciones impecables para protegerlo de las agresiones ambientales que podrían alterar su calidad. Todo el sabor característico de los productos de Marcial, armónicamente envasado, impecablemente resguardado.
Así, organizados en packs cómodos y lujosos, los jamones, paletas, lomos, chorizos o salchichones, qué podrás ver con tus propios ojos en nuestra web, provocan una sonrisa al ser regalados y una explosión de sabor cuando son consumidos. De esta manera, nuestro regalo nos hará presentes ante la persona que lo ha de recibir en varios momentos. Desde la perspectiva de una empresa no cabe mejor recurso para hacernos positivamente presentes en el recuerdo, en el imaginario, de nuestros clientes, o proveedores, o empleados, o… que un regalo que mantiene vigente el recuerdo y se hace presente y nos hace presentes más allá del momento en el que se entrega. Si uno de los objetivos de una empresa es abrir puertas, no hay mejor llave; si es tender puentes, no existe mejor cable. Si se busca la mejor fecha… la Navidad está a punto de doblar la esquina.
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