El jamón ibérico es uno de los alimentos más saludables y completos que se pueden encontrar en la dieta mediterránea. En este artículo queremos demostrar los beneficios que tiene este producto y su adaptación a cualquier dieta.
Que el jamón sea ibérico de bellota significa que la procedencia de este animal tiene una pureza del 50 % al 100 % y su alimentación se ha realizado únicamente a base de hierbas silvestres, bellotas y pastos.
Beneficios para la salud.
Es cierto que el jamón ibérico de bellota tiene muchas grasas, pero el 55 % son de ácido oleico, es decir, producen un efecto positivo sobre el colesterol en sangre y reducen su tasa perjudicial. El único producto con unos valores más altos saludables es el aceite de oliva virgen.
La proporción total de ácidos grasos insaturados es superior al 75 %, convirtiendo así este alimento en más cardiosaludable si cabe. Esto es posible gracias a su alimentación a base de hierba y bellotas.
Proporciona proteínas, vitaminas B1, B6, B12 y ácido fólico, que son necesarias para que el cerebro funcione correctamente y se puedan desempeñar las actividades diarias con la máxima eficacia. También proporciona vitamina E (antioxidante ligado a procesos de antienvejecimiento) y distintos minerales, como el calcio, hiero, cobre, magnesio, selenio, zinc y fósforo.
Cuando se realiza el proceso de curación se produce una reacción química conocida como proteólisis, elevando el índice de digestibilidad entre un 85 % y un 100 %, permitiendo así la máxima absorción de nutrientes.
Si hablamos de la aportación energética, cabe mencionar que 100 gramos aportan menos de 250 kcal, al igual que el pan. Esto quiere decir que mientras se consuma de forma moderada no perjudicará las dietas bajas en calorías. Es posible utilizarlo de sustitutivo para la carne roja, la misma equivalencia contiene 43 gr de proteínas.
Aunque la sal es el único elemento que no es saludable en el jamón, es cierto que el ibérico de bellota es el que menos contiene de todos (entre 2,5 % y 4,5 %), seguido del serrano (5 %). El secreto está en la genética y la grasa infiltrada. Como el nivel de pH es más elevado dificulta la entrada de sal. Aunque este conocimiento se sabe, no se puede prescindir de ella, de lo contrario la carne se pudriría. También actúa como potenciador de sabor.
En Marcial Guijuelo nos preocupamos por el estado de nuestros productos y únicamente ofrecemos alimentos de la máxima calidad.
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