Estamos convencidos de que en más de una ocasión has visto una capa de moho que te hace dudar sobre la calidad y estado de la pieza.

La realidad es que esa capa aparece de forma natural mientras existe proceso de curación. De esta forma, las grasas consiguen estabilizarse por medio de levaduras y bacterias y consiguen el aroma inconfundible que desprende.

Con dedicar un par de minutos a su limpieza el resto es comestible. Puedes ayudarte de un paño de algodón limpio con aceite de girasol y, cuando hayas retirado el moho, eliminar esa capa superficial para proporcionar un extra de seguridad a tu salud.

Como únicamente se encuentra en la parte exterior, no afecta de ninguna forma al interior ni daña la salud. Eso sí, ten cuidado porque, si ves moho también en la parte interna, es muy probable que el jamón se haya dañado (desprende un olor desagradable) y lo más recomendable es deshacerte de él o no consumirlo.

También puedes eliminar una parte de la zona interna afectada por el moho que sea de un dedo de grosor y comprobar si el resto de la pieza ha sido dañada o si, por el contrario, mantiene su olor y color correspondiente.

Evita que vuelva aparecer el moho.

Una vez hayas eliminado el moho no querrás que vuelva aparecer. Cuando empieces a cortarlo guarda unas partes de grasa antes de ponerte con la carne. Cuando hayas terminado de cortar, basta con cubrir esa zona. De este modo, estarás creando una capa impermeable gracias a la propia grasa que evitará que se seque o se humedezca y no alterará su sabor. También es aconsejable tapar toda la pieza con un paño de algodón.

Al abrir el jamón solo por una parte hasta que alcances el hueso te estarás asegurando de que la parte expuesta sea la mínima posible y en caso de que vuelva aparecer moho solo dañará esa zona.

Mucha gente no presta atención a su almacenamiento, siendo un factor importante que puede influir en que aparezca moho o no o se acelere el secado de la pieza. Un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de humedad es la mejor opción.

En Marcial Guijuelo contamos con más de 100 años de experiencia en el tratado y cuidado del jamón. Disponemos de productos de la más alta calidad y controlamos cada uno de los procesos para que nuestros clientes puedan degustar una pieza perfecta.